domingo, 19 de diciembre de 2010

DIOS ES LA CUESTIÓN CENTRAL DEL HOMBRE

La Navidad es un tiempo propicio para reavivar nuestra fe y profundizar en el conocimiento de Dios; para buscar su rostro. Porque el conomiento de Dios es la cuestión más importante para el cristiano de hoy. Podemos seguir tres caminos.
En primero es el camino de la inteligencia, a partir de la contemplación del mundo creado y de la reflexión sobre el mismo. Porque los cielos cantan la gleria de Dios y en universo pregona la obra de sus manos. La belleza, la inmensidad y la bondad del mundo nos permiten intuir al autor de la creación. Y Dios se da a conocer a quien le busca.
El segundo es el camino de la fe y centra su atención en la Escritura. De manera especial, en los cuatro evangelios y en la persona de Jesús, porque Jesús de Nazaret es el rostro humano de Dios y nos manifiesta su amor, su capacidad de acoger a los pecadores, su amor a los que nadie quiere y su pasión por el hombre. Por todo hombre.
Y el tercer camino es el del corazón, el camino de los sentimientos, que se pone de manifiesto en lectura de la Palabra de Dios y en la oración de cada día. En todo tipo de oración. De manera muy especial, en la celebración comunitaria de la santa misa
No son caminos alternativos, sino tres aspectos de una misma búsqueda. No olvides que Dios se revela cada día para cada día, y que, en la medida en que avancemos en el conocimiento de Dios, estamos profundizando en el sentido de la vida humana, en aquello que nos libera, nos humaniza y nos ayuda a ser felices. ¡Navidad significa que Dios nos está buscando y nos espera!

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