domingo, 3 de julio de 2011

TIEMPO DE VACACIONES

Entiendo que no hay una manera ideal de vivir las vacaciones. La importante es poder disponer de unos días para descansar. Es una conquista social que hoy no pueden compartir los millones de personas que carecen de un trabajo, ni muchas gentes que trabajan en la agricultura, ni algunas madres de familia, ni los ancianos que viven sus últimos años en una residencia.
Para muchas personas, las vacaciones están asociadas a viajar. Para otras, entre las que me cuento, consiste en sentirse liberado de horarios, aunque se permanezca en el mismo lugar en que se vive habitualmente. Y se puede viajar de otras maneras, adentrándose por los caminos del espíritu. Unas veces, dedicando tiempo al silencio y a la oración, para encontrarse con Dios y con uno mismo. Otras, aprovechando para charlar con los amigos. Y siempre, para volver sobre algún libro ya leído o bucear en alguno nuevo. Lo importante es que diviertan, enseñen y ayuden a pensar. También, a desarrollar la imaginación, para curarse del realismo rampante en el que estamos sumergidos. Entre los que tengo sobre la mesa, están algunos que son clásicos, como Las Confesiones de San Agustín; Historia de un alma, de Santa Teresa del Niño Jesús; Cartas de Nicodemo, de J. Dobranczysky. Otros son actuales, como dos pequieñas joyas de la literatura espiritual: En la escuela del Espíritu Santo, de J. Philipe; y Perlas Teresianas, de las Carmelitas descalzas de Antequera. Y dado que el año pasado leí una vez más El hombre en busca de sentido, de V. Frankl, este año he dedicido completarle con otro del teólogo y filósofo catalán F. Torralba, El sentido de la vida. Es otra manera de vivir las vacaciones, tratando de dar respuesta a las preguntas que todos llevamos dentro y ejercitando la inteligencia que nos distingue a los humanos.

1 comentario:

  1. Qué buenos libros Juan Antonio.

    VICTOR FRANKL, ha marcado nuestra vida. A Santa Teresa de Jesús la tenemos encima de la mesilla de noche y San Agustín es nuestra asignatura pendiente, porque cada vez que leemos algo de él más nos gusta. Rosa

    F.Torralba, tiene un libro buenísimo titulado Pedagogía del Sentido.

    Gracias por tus consejos

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