sábado, 20 de septiembre de 2014

OTRA FORMA DE PARTICIPAR EN EL SÍNODO SOBRE LA FAMILIA

Hace alrededor de un año, el papa Francisco decidió que se enviara a todo el Pueblo de Dios, a través de ñas diócesis y de las parroquias, un amplio cuestionario sobre la situación de la familia: valores y problemas. Con las respuestas, se ha elaborado un material que puede servir de base al trabajo de los padres sinodales. En cierta medida, se nos ofreció una participación en la marcha de la comunidad cristiana. Ahora nos pide a todos los miembros de la Iglesoa oraciones por el Sínodo que se va a celebrar en Roma entre los días 5 y 19 de octubre. Es otra manera de participar en la marcha y en las decisiones de la Igleisa, y está al alcance de todos. Es verdad que sólo Dios conoce la manera en la que influye la oración de petición, pero nos podemos dar cuenta de su importancia mediante algunas observaciones. La primera, porque todo el que ora por la marcha del Sínodo, toma ya conciencia de lo que se está celebrando, incrementa su interés por la familia y reflexiona sobre sus luces y sombras. Además, al orar en comunidad, se vive más intensamente la convicción de que todos somos parte activa del Pueblo de Dios y de que todos somos responsables de su marcha. Y por fin, mientras oramos y nos interesamos por las cuestiones que se debaten en el Sínodo, nos vamos acercando a la enseñanza del Magisterio y a la actualización de las verdades de nuestra fe. Aunque, como dijo un autor del siglo pasado, "lo esencial es invisible a los ojos". En especial, en las cosas de Dios. Por eso confesamos que "creemos en la comunión de los Santos" y, al mismo tiempo, nos resulta imposible explicar el sentido profundo de la oración de petición. De lo que no cabe duda es de su eficacia, pues fue el mismo Jesucristo el que nos dijo que Dios escucha a sus hijos cuando se dirigen a Él.

1 comentario:

  1. Gracias ,Padre, porque sus palabras siempre nos muestran un horizonte más allá de nuestras pequeñas obras de cada día y nos ayudan a caminar y a crecer constantemente. Un fraternal abrazo.
    MªJosé Bermúdez

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